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Para la toma de decisiones nos basamos, entre otras cosas, en la información interna y en la externa

La toma de datos y la correspondiente Gestión del Conocimiento, tanto en Management como en cualquier otra disciplina, es una de las principales y más delicadas tareas, tanto por su complejidad como por tratarse de la base para toma de decisiones. Para la toma de decisiones nos basamos, entre otras cosas, en la información interna y en la externa, mediante los indicadores de rendimiento o de percepción de los que disponemos y de los que se publican. Incluso disponemos de indicadores que avanzan previsiones, indicadores asociados a variables que tratan de simular o avanzar “lo que puede suceder”. Con todo ello tratamos de tomar decisiones y minimizar los riesgos. Pero el problema puede venir en la propia toma de datos, ¿qué datos tomar? ¿Qué sucede cuando no coinciden con los nuestros? Veamos ejemplos (todos tomados de la gran fuente ABACO):

  •        La productividad real por hora trabajada en España (euros/hora) es de 20.
  •        El salario medio por trabajador en España es de 20.901 euros.
  •        El gasto en I+D con respecto al PIB es en España del 1,39%
  •        La tasa de morosidad en España es del 7%
  •        Los intereses de los préstamos a empresas están en el 4%
  •        Las exportaciones españolas están en el 50%
  •        El % de población española que interactúa con las Administraciones Públicas por medio de internet es del 32%.

Para no entrar a analizar cada caso, me centraré en el formato general. Puede ser que nuestra propia productividad (la de nuestra organización) sea muy diferente a la indicada o que el salario sea muy diferente. Que lo sea el gasto en I+D o la tasa de exportaciones. A la vista de estas discrepancias se hacen necesarias una serie de consideraciones en la toma de datos:

  •      Tener en cuenta la temporalidad: Tener presente la fecha a que se refieren los datos publicados y los nuestros. También la evolución de varios años anteriores para verificar tendencia.
  •      Tener presente la segmentación: No es lo mismo compararnos con una media global que con la media de nuestro sector, de empresas de nuestro perfil, de nuestra geografía, etc. Se hace necesario segmentar para compararnos entre iguales.
  •      Conocer la base de cálculo: Para compararnos es necesario utilizar la misma base de cálculo.

Si bien ya había llamado la atención sobre este tema en un anterior post, en esta ocasión quería poner ejemplos y una base de datos concreta para hacer esta apreciación. El mayor problema, acrecentado por la inmediatez de las noticias y de la información, así como la necesaria síntesis en dichas fuentes, es cuando cogemos un titular como cierto. En muchas ocasiones el titular es parte de la verdad y se requiere profundizar para llegar al dato concreto que nos interesa. ¿Crees que tomamos los titulares como verdades? Aprovecho para incluiros un nuevo audiovisual para la reflexión grupal y aplicar técnicas de creatividad, en este caso con la técnica "De atrás hacia adelante"

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